miércoles, 11 de agosto de 2010

europa inbadida

Madrid. 22.07.94. La corrupci�n se ha convertido en una "gangrena


moral" que amenaza con invadir Europa entera.



En los estados europeos proliferan �ltimamente casos de

malversaci�n de fondos p�blicos, cobro de comisiones ilegales,

tr�fico de influencias e informaci�n privilegiada que salpican a

los distintos gobiernos.



Tal es la situaci�n que amenaza a las libertades fundamentales y

al sistema de derechos humanos que no es exagerado se�alar que

los europeos se hallan hoy en d�a ante la disyuntiva "corrupci�n

o democracia".



Aunque ha comenzado a remitir en Italia, la enfermedad amenaza

con convertirse en epidemia generalizada con brotes por todas

partes y, en particular, en Alemania, Francia, Gran Breta�a y

Espa�a.



Italia, en donde la corrupci�n se calificaba de "capilar" por su

extensi�n, ha tenido que hacer una "gran colada" y renovar toda

su clase pol�tica para empezar a atajar el mal.



Tras haber sido sin�nimo de irregularidades financieras durante

d�cadas, Italia se pone ahora como ejemplo de c�mo zafarse de la

tela de ara�a que une al mundo de la delincuencia con el de la

pol�tica.



En Alemania se calcula que s�lo en el sector p�blico la

corrupci�n pol�tica mueve al a�o veinte mil millones de marcos,

casi doce mil millones de d�lares.



En la antigua Alemania del Este las pr�cticas de dar primas

ilegales para hacer negocios est�n a la orden del d�a, seg�n

distintos informes publicados en la prensa europea.



El pa�s fue adem�s sacudido recientemente por un gran esc�ndalo,

cuando el magnate de la construcci�n Jurgen Schneider desapareci�

sin dejar rastro tras la quiebra fraudulenta de su imperio

industrial, de cinco mil quinientos millones de d�lares de valor.



En B�lgica, todos los europeos recuerdan la dimisi�n de dos

ministros y del viceprimer ministro Guy Coeme tras haberse

descubierto que hab�an cobrado comisiones ilegales para su

partido en la compra de 46 helic�pteros a la firma italiana

Agusta por trescientos veintiocho millones de d�lares.



En Francia, una serie de esc�ndalos pusieron cerco al Palacio del

El�seo, residencia del presidente Francois Mitterrand, a comenzar

por el de su amigo �ntimo Roger-Patrice Pelat, fallecido de un

ataque al coraz�n tras haber sido acusado de utilizar informaci�n

privilegiada en bolsa.



Vinieron despu�s dos suicidos, el del primer ministro Pierre

Beregovoy, que hab�a recibido un pr�stamo sin intereses de Pelat,

y el del consejero presidencial, Francois de Grossouvre, asqueado

por "la corrupci�n ambiente".



En Espa�a, la opini�n p�blica qued� desmoralizada al descubrirse

simult�neamente dos casos de corrupci�n: el de un ex director

general de la Guardia Civil, Luis Rold�n, culpable de cohecho a

gran escala, y el de un ex gobernador del Banco de Espa�a,

Mariano Rubio, acusado de fraude fiscal.



Los pa�ses infectados por la plaga y las organizaciones europeas

empiezan a reaccionar: el Consejo de Europa, la OCDE y la Uni�n

Europea buscan remedios al mal para evitar que sea irreversible.



El Consejo de Europa, que acaba de reunir en La Valetta (Malta) a

sus treinta y dos pa�ses miembros para tratar la preocupante

cuesti�n, ha lanzado una "acci�n internacional" contra la

corrupci�n.



Una acci�n, preparada por un grupo de expertos, que consistir� en

un mayor control tanto de los contratos del Estado como de las

transacciones comerciales p�blicas, de la financiaci�n de los

partidos pol�ticos y del tr�fico de influencias.



El ministro italiano de Justicia, Alfredo Biondi, encargado de

preparar el informe preliminar de la reuni�n de Malta, explic�

que en Italia tuvieron que hacer "una verdadera revoluci�n para

vencer la apat�a de la opini�n p�blica ante el problema".



"Y adem�s no hay que olvidar que, en Europa, por ahora s�lo hemos

descubierto la parte visible del iceberg de la corrupci�n",

advirti� por �ltimo. (EFE)

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